Desde el inicio de 2017, la coalición de la deuda y el ajuste que encabeza Mauricio Macri y que recibe el apoyo de todos los gobernadores ha lanzado una ofensiva contra los trabajadores y todos los sectores populares.

En apenas 50 días, y con el apoyo del imperialismo, el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales, y las grandes empresas fugadoras de capitales, han emitido deuda por más de 20 mil millones de dólares. Se han producido más de 5000 despidos, a razón de 150 por día, en el Estado y el sector privado. Cerraron plantas enteras, como Sierra Grande, Banghó o se pretenden cerrar como AGR Clarín, que con el método de la ocupación, la movilización y los plenarios obreros marca el camino de la lucha contra los vaciadores de Magnetto. Triaca y Macri desconocen no solo la paritaria bancaria sino incluso los fallos de la Justicia que la avalan, porque el acuerdo del 24% al que llegaron los bancarios no es del gusto de las grandes patronales, incluidos los banqueros, los acreedores y el Gobierno. El paro nacional de la Bancaria, anunciado para el 17 de febrero y la marcha de la UOM de Caló anunciada para el 14 de febrero, dejan en evidencia que las cúpulas sindicales de todas las centrales no solo le dan una tregua de 13 meses al gobierno nacional sino que, al negarse a llamar al paro nacional para que triunfen todas las luchas en curso, se han integrado al régimen ajustador. Los 30 días de gloriosa toma de AGR marcan el camino del conjunto del movimiento obrero.

En la educación y la ciencia, la situación se encuadra en este proceso general. La negación de la paritaria nacional docente para discutir salarios, el ofrecimiento del 18 %, el presupuesto de ajuste votado por el parlamento nacional y las legislaturas provinciales, y el anuncio de Barañao de disponer 19 despedidos sobre el acta ya firmada del 23 de diciembre, demuestran a las claras que el ajuste es general y que las paritarias de todos los trabajadores se pondrán a prueba en la lucha docente.

Defendamos lo conquistado en el plan de lucha de 2016 y la marcha del 12 de mayo

Así las cosas, el Ministro Bullrich, el Secretario de Políticas Universitarias Cantard y todos los rectores del CIN, han violentado desde el 29 de septiembre los acuerdos paritarios que alcanzamos con los 22 días de paro, las movilizaciones y puebladas, las cientos de clases públicas y la gigantesca movilización a Plaza de Mayo.

El gobierno de Macri, Vidal y Bullrich, que ahora nos prometen “indexar nuestro salario”, nos dieron 0 peso de recomposición desde el 1º de octubre a la fecha, a pesar de que la inflación superó entre septiembre y febrero en alrededor de 10 puntos porcentuales el acuerdo salarial que arrancamos con la lucha. También nos adeuda la designación de los docentes ad honorem como lo hacían con Menem, la Alianza y el kirchnerismo. Nos adeudan el pase a Convenio de los docentes contratados que ni siquiera cobran su salario anualizado y de acuerdo con las categorías del Convenio Colectivo de Trabajo (CCT). Nos adeudan el pago por la efectiva y exclusiva dedicación a la universidad. Nos adeudan el pago de la garantía salarial. Nos adeudan la aplicación del CCT en todas y cada una de las universidades, y en todos sus articulados. En definitiva, el gobierno y los rectores se han transformado en violadores seriales de los acuerdos paritarios alcanzados con la lucha, con nuestra movilización y con décadas de empeño.

El 6, 7 y 8 de marzo, los 170 mil docentes universitarios y los 23 mil preuniversitarios comenzamos nuestro plan de lucha para quebrar el ajuste en la universidad

Por todo lo que expusimos, y tal como lo hizo la Mesa Ejecutiva de la CONADUH, la Agrupación Naranja rechaza el 18% en cuotas que quieren imponer el gobierno nacional y los rectores. Exigimos el cumplimiento del CCT y de las actas paritarias, terminar con el trabajo gratuito y precario. Exigimos una recomposición salarial que tenga como mínimo el 35% en una sola cuota, con indexación, un salario para el cargo testigo de 15 mil pesos en camino a la media canasta familiar. Para lograrlo, solo tenemos que aplicar el mismo método que utilizamos en las grandes huelgas y movilizaciones de 1987, 2005 y 2016. Asambleas en los lugares de trabajo, asambleas generales por sindicato, congresos con mandatos de delegados de base y un plan de lucha sistemático que sea votado por el conjunto de la docencia universitaria, pertenezca a la federación que pertenezca o no esté afiliado a ninguna.

No podemos caer en palabras vacías como lo hace la burocracia de los sindicatos docentes: el 6 de marzo no debe iniciarse el ciclo lectivo. Una de las grandes conquistas del plan de lucha de 2016 fue terminar con la paritaria de 16 meses y llevar la negociación salarial al mes de febrero junto con el resto de la docencia e incluso con los no docentes de las universidades nacionales. Por lo tanto debemos empalmar nuestra lucha con la del resto de los niveles, con el movimiento de las mujeres, con el conjunto de los trabajadores. Es por eso que creemos necesario votar en todas las asambleas que el 6, 7 y 8 de marzo se paralicen todas las actividades, que se realicen congresos de delegados con mandato durante la primer quincena de marzo para votar un plan de lucha nacional y junto con los sindicatos combativos y antiburocráticos participemos en todas las movilizaciones obreras y del movimiento de mujeres llevando nuestro pliego de reivindicaciones.

Para terminar con los despidos, reincorporar a los trabajadores a sus puestos de trabajo, reabrir las plantas, decirle no a la Ley de ART que quiere imponer el gobierno con los votos del FPV, de Massa, de los diputados enrolados en la burocracia sindical y del resto del arco parlamentario de la oposición patronal, para terminar con el impuesto a las ganancias que se ha perpetuado mientras la CGT mira para otro lado; la AGRUPACIÓN NARANJA plantea que es urgente la convocatoria al paro nacional y a un plan de lucha de todo el movimiento obrero para quebrar este plan antipopular de Macri y los gobernadores.

14/02/2017